Autotest sobre tus riesgos de conducir usando el móvil

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Los responsables de la seguridad vial contemplan impotentes cómo se están incrementando los accidentes mortales en el tráfico, lo que atribuyen de manera directa a las distracciones de los conductores con el uso del teléfono móvil. Aunque sea como toque de atención aportamos un breve test de preguntas para que los prevencionistas lectores hagan su propio examen de conciencia o lo difundan entre su entorno profesional.

Recientemente tuve que acompañar en un viaje profesional de compromiso a un licenciado que conducía un potente vehículo. Fuimos a hacer una comprobación sobre las características y circunstancias del escenario de un accidente de tráfico con tres muertos sobre el que debíamos reconstruir los hechos. De regreso mi compañero de viaje y conductor mantuvo en todo momento el teléfono móvil en la mano, hablando, dejando mensajes, contestando, todo ello durante 100 kilómetros de autopista.... no fue sensible a mis respetuosas insinuaciones  y resultaba paradójica la calidad de sus comentarios sobre el accidente que nos ocupaba y los riesgos que inconscientemente asumía con el uso del móvil en la conducción.

Bien es cierto que los niveles de riesgo derivados de la desatención en la conducción a causa del uso del móvil, están en función de las características de la vía y de su circulación, que no es lo mismo la conducción en zona urbana que en carretera o autopista y que es determinante el factor velocidad para la corrección de maniobras o el tiempo de reacción ante situaciones de peligro súbito, y por lo tanto cada escenario y momento presentará aspectos de mayor gravedad en las consecuencias de un accidente. Pero no por ello podremos diseccionar la tarea de la conducción en situaciones de mayor a menor riesgo según el uso que se haga del móvil y en qué circunstancias en nuestro Blog de prevención. Nuestra reflexión tiene su aplicación o extensión para los conductores que tienen teléfonos de manos libres, GPS o pantallas de Google Maps para localizar destinos. Pero empecemos por evaluar los efectos del móvil manual.

Establezcamos un DECÁLOGO de situaciones sobre las que cada conductor debe de evaluar si le concierne a su actuación

1.-- Cuando voy a conducir llevo el teléfono móvil conmigo.

 2.- Conduzco con el móvil en la mano.

 3.- Dejo el móvil en un lugar de fácil acceso para su uso.

 4.- Tengo el móvil con sonido puesto para saber si me llaman.

 5.- Si recibo una llamada en el móvil mientras conduzco, contesto.

 6.- Si necesito llamar mientras conduzco, llamo.

 7.- Cuando recibo un whatsapp o un correo mientras conduzco, lo leo.

8.- Si necesito mandar un whatsapp o un correo mientras conduzco, lo mando.

9.- Cuando voy conduciendo recuerdo mis llamadas telefónicas pendientes y las voy haciendo.

10.- Cuando voy conduciendo ya voy trabajando mandando correos o whatsapps.

Evidentemente la respuesta a cada situación puede modularse según el nivel de intensidad del uso que haga del móvil el conductor encuestado, lo cual se puede valorar en 5 niveles de riesgo:

1.- Siempre. 2.- Frecuentemente. 3.- Algunas veces. 4.- Rara vez. 5.- Nunca.

De esta manera se puede crear un baremo de menos a más riesgos del 1 al 10 y de mayor o menor intensidad de los riesgos entre el 1 y el 5.

La DGT ha publicado el resultado de algunas encuestas y emitido mensajes preventivos de aviso sobre los riesgos del uso del móvil en el siguiente sentido:

“Cada vez que chateamos al volante, recorremos 550 metros sin prestar atención a la carretera durante los que, sin el debido control, dejamos de percibir el 40% de las señales y aumenta el riesgo de sufrir un accidente un 20%.. Uno de cada tres conductores reconoce que lo hace; unas distracciones que ya provocan más accidentes que el alcohol.

Sabemos las consecuencias, pero seguimos y seguimos cogiendo el móvil al volante con el peligro que conlleva. El uso de dicho dispositivo ya es la principal causa de accidente por distracción: uno de cada tres conductores reconoce haber chateado en el último año.

Reconocen haber leído, escrito o telefoneado, y las excusas son variadas. Hay que cambiar el chip, porque tal y como explica el  director de la DGT, "puedes matar a alguien y tu vida quedar rota".

Nuestro artículo pretende extender con más matices el grado de riesgo que se deriva de situaciones de uso del móvil por el conductor. Un Decálogo que puede permitir hacer evaluaciones en sesiones formativas o preventivas entre conductores.