Día Mundial del Ahorro de Energía: las 9 conductas para desacelerar el cambio climático

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El principal objetivo de la jornada es concientizar a la sociedad sobre el uso de la energía, la reducción de la contaminación y la promoción de energías sustentables

EFICIENCIA ENERGETICA

El Día Mundial del Ahorro de Energía se celebra cada 21 de octubre y fue una iniciativa originada en el Foro Energético Mundial (World Energy Forum).

El objetivo inicial fue promover una cultura más consciente sobre el consumo energético. Su primera celebración tuvo lugar en el día inaugural del World Energy Forum en Dubai, en el año 2012, y ganó el respaldo de una gran cantidad de países.

Esta festividad convoca tanto a gobiernos como a ciudadanos, a tomar medidas de responsabilidad ambiental que garanticen un acceso equitativo a la energía para el año 2030.

Además, destaca la importancia de la utilización de energías accesibles, sostenibles y fiables para la preservación del medio ambiente y de los recursos naturales, como también apaciguar el calentamiento global y cambio climático.

El impacto directo del ahorro energético

La producción de energía ocasiona grandes daños ambientales, por lo que cuidar, administrar responsablemente y ahorrar energía es la principal herramienta para luchar contra por un futuro sostenible y prevenir catástrofes naturales.

Según estudios de Greenpeace, la conservación y cuidado de los recursos naturales es una de las grandes preocupaciones ambientales de la actualidad.

La utilización de energías no renovables genera la explotación de los recursos naturales. Esto ha creado, a lo largo de los años, daños irreversibles en los ecosistemas. Esta conducta ha provocado un aceleramiento en la llegada del cambio climático, demostrado en sucesos como el derretimiento de glaciares, catástrofes naturales, incendios forestales, especies en extinción y el aumento de la temperatura global media.

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) advierte sobre el preocupante aumento de la temperatura media mundial, considerando a la última década de entre 2011 a 2020, como la más cálida de la historia.

Junto a los incendios forestales, las consecuencias de estos daños afectarán directamente la producción alimentaria, preservación de especies y la producción de oxígeno, lo que perjudica directamente la calidad de vida y economía de las personas.

El director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía, Fatih Birol, declaró que el sector energético debe asumir la responsabilidad de sus objetivos ambiciosos para reducir las emisiones de carbono. Explica que se debe intensificar la aplicación de otras energías alternativas, desde todos los sectores de consumo.

Greenpeace explica en su informe “La recuperación económica con renovables” que la quema de combustibles fósiles como el carbón, el gas natural y el petróleo, provoca las emisiones más altas de CO2 del planeta. Estos métodos de producción energética son unos de los más dañinos para el medioambiente. Por lo tanto, se concluye en que el principal emisor de CO2 es el sector energético.

La Agencia Internacional de Energía (AIE) solicitó reducir el consumo del tipo de energías que conducen al aumento de emisiones de carbono. Advirtió su observación sobre la lenta implementación de energías renovables y sugirió una triplicación de los proyectos de “descarbonización” de cara al 2050.

El futuro de las energías renovables
En la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) prevén la implementación de medidas para el cuidado de las emisiones de CO2. De esta manera, proponen un aumento de la utilización de energías de fuentes renovables.

Algunas de las energías renovables más utilizadas en la actualidad son la eólica, la hidroeléctrica, la mareomotriz, la solar y la de biomasa.

Estas herramientas de producción de energía facilitan la disminución del daño e impacto medioambiental.

El Foro Energético Mundial recalca la importancia del ahorro energético. Si bien la implementación de nuevas energías renovables para la industria y calefacción ayudan a frenar el cambio climático, crear una nueva cultura de cuidado de la energía es considerada una variante primordial.

La Unión Europea, junto con el Marco de Actuación en Materia de Clima y Energía, se ha sumado al compromiso de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para el año 2030.

Para que esto sea posible, proponen aumentar el uso de energías renovables y educar sobre el ahorro de energía e impacto ambiental.

Hábitos sencillos para ahorrar energía
Desde el Foro Energético Mundial, invitan a reflexionar en este día sobre los hábitos de consumo de energía y propone cambiar ciertas costumbres para construir un futuro más sustentable.

A continuación, un resumen de hábitos que se podrán incorporar para ahorrar energía y aportar a esta causa.

Utilizar la luz natural mientras sea posible.
Desenchufar dispositivos, aparatos, cargadores y electrodomésticos que no se encuentren en uso.
Reemplazar las bombillas de luz por unas de bajo consumo.
Controlar el consumo de televisores, computadoras, sistemas de calefacción y aire acondicionado.
Cuidar el consumo del agua.
Priorizar la iluminación y ventilación natural.
Adquirir energías renovables.
Instalar aislamiento en ventanas y puertas.
Realizar ciclos de lavados cortos en el lavarropas, con el uso de temperatura moderada.
El consumo de energía deberá formar parte de la educación cívica de cualquier ciudadano, junto con un ejercicio sostenido y consciente acerca de las problemáticas del futuro que aún pueden controlarse.