Las empresas son agentes fundamentales para superar la crisis climática y la pérdida de biodiversidad

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Para prevenir y frenar los problemas derivados de las crisis que afectan al clima, al patrimonio natural y a la biodiversidad del Planeta, se requiere unir esfuerzos y emprender las acciones oportunas. La estrecha colaboración entre las empresas y el mundo de la ciencia y de la tecnología, y el empleo de herramientas disponibles a tales efectos, constituyen la mejor opción para hacer frente a situaciones que afectan negativamente a la sociedad, a la economía y al patrimonio natural.

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La sociedad valora cada vez más las contribuciones materiales o “servicios ecosistémicos” de la naturaleza: la provisión de agua dulce, la fertilidad del suelo, la regulación de inundaciones, el mantenimiento de un clima estable, y el suministro de recursos y materiales necesarios para construir y reforzar la economía. Sin ecosistemas saludables y funcionales, la capacidad de resiliencia de la naturaleza se ve afectada, con consecuencias negativas para el bienestar humano y la sociedad. Durante las últimas décadas, el enfoque exclusivo del progreso hacia el crecimiento económico, ha conducido al uso insostenible y a la extracción desenfrenada de capital natural, reduciendo significativamente el potencial regulador de la naturaleza. Además, la capacidad de la naturaleza para contener agentes peligrosos para la salud de las personas, como los virus, se ha visto significativamente afectada.

La crisis climática y la pérdida de biodiversidad están estrechamente relacionadas: a nivel mundial, la emergencia climática es considerada el tercer factor impulsor de la pérdida de patrimonio natural, y a su vez, la pérdida de biodiversidad y el uso y gestión insostenible de los recursos naturales constituyen la segunda mayor fuente de emisiones de carbono y el detonante clave de la crisis climática. Muchos hábitats de la vida silvestre han sido destruidos, y los ecosistemas, incluidas las zonas costeras críticas, se han degradado hasta el punto de que ya no pueden servir de elementos amortiguadores de los desastres naturales. Como resultado, las emisiones contaminantes no son suficientemente neutralizadas, el agua subterránea no está disponible en cantidad y calidad ajustadas a las necesidades, los suelos son menos fértiles, y los océanos están cada vez más contaminados.

Restaurar la naturaleza y el clima requiere el esfuerzo concertado de todos. El consenso científico global es claro: hay pruebas abrumadoras que demuestran que el mundo está pagando el precio del fracaso en proteger la naturaleza. Las respuestas efectuadas contra la última pandemia del Coronavirus generaron oportunidades significativas para comenzar a remodelar la relación de la sociedad con la naturaleza. La asignación sin precedentes de recursos financieros para apoyar a las economías durante la emergencia sanitaria marcó, para bien o para mal, la hoja de ruta para la formulación de políticas ambientales durante las próximas décadas, la vía crítica para detener y reparar el daño causado al patrimonio natural. Las decisiones acertadas sobre las industrias y los sectores que deben apoyar prioritariamente las acciones correctoras, activarán el potencial de una recuperación verdaderamente “verde”.

La salud y el bienestar están estrechamente conectados con la salud de los ecosistemas y las especies con las que el ser humano comparte el planeta. Para escapar de la actual situación global de crisis, es fundamental reconocer cómo las actividades humanas están destruyendo la naturaleza y creando condiciones para generar efectos de rebote peligrosos, como ha ocurrido con la pandemia. Ha llegado la hora de analizar detenidamente el uso de la tierra y de los océanos, la sobreexplotación de los sistemas naturales, la contaminación, la difusión descontrolada de especies exóticas invasoras, y los crecientes efectos de la crisis climática. Restaurar la naturaleza y el clima requiere el esfuerzo concertado de todos, pero este esfuerzo será recompensado con el afianzamiento de un Planeta saludable y próspero para los cerca de diez mil millones de personas que probablemente lo poblarán en el año 2050.

Las soluciones climáticas naturales basadas en la naturaleza (NCS), que secuestran carbono de la atmósfera, son fundamentales para impulsar la resiliencia climática, y deben estimularse junto con la descarbonización de la economía global. Escalar estas soluciones es fundamental para combatir el deterioro del clima, al tiempo que se protege los ecosistemas de alto valor y se revierte la pérdida de patrimonio natural. Las soluciones climáticas basadas en la naturaleza desempeñan un papel fundamental como ayuda para que las empresas efectúen la transición hacia “objetivos cero neto”.

Es un hecho que las acciones correctoras basadas en la naturaleza ocupan un lugar destacado en las agendas internacionales. Desde las negociaciones de las diferentes COP hasta las Asambleas Generales de Naciones Unidas, la movilización de los países para abordar los riesgos interconectados de la crisis climática y la pérdida de biodiversidad impregna las hojas de ruta de la cooperación internacional.

La acción empresarial para abordar las crisis climática y del patrimonio natural está ganando impulso a través de compromisos “cero emisiones” y con objetivos basados en la ciencia, pero la recuperación del clima y de la biodiversidad requiere acciones más agiles y dinámicas. Las empresas deben desempeñar un papel fundamental en la aceleración de la recuperación climática y la regeneración de la biodiversidad. Si bien es cierto que la acción empresarial para abordar las crisis climática y del patrimonio natural está ganando impulso a través de compromisos de cero emisiones netas, y alcanzar estos objetivos con la ayuda de la ciencia y de la tecnología, las metas necesarias de recuperación del clima y del capital natural deben ser más ambiciosas.

Los proyectos Natural Climate Solutions y Nature Action del World Business Council for Sustainable Development (WBCSD) apoyan a las empresas para incluir el papel de la naturaleza en el logro de los objetivos del Acuerdo de París sobre el cambio climático, y para recuperar la biodiversidad en el horizonte 2050. Trabajando con expertos y miembros de todo el mundo, ayuda a las empresas a colaborar en todos los sectores y cadenas de valor para estimular soluciones climáticas naturales y apostar por procedimientos basados en la naturaleza para mitigar la emergencia planetaria, con el fin de proteger y restaurar los sistemas naturales de los que depende la sostenibilidad integral. Las empresas miembros del WBCSD han formado una coalición intersectorial para impulsar el progreso en la agenda establecida en el programa de Salud y Bienestar de Visión 2050, centrándose en las partes interesadas, incluidos los trabajadores corporativos y las poblaciones vulnerables de todo el mundo. En abril de 2021, más de 20 empresas se unieron para lanzar el proyecto "Healthy People, Healthy Business" para apoyar a la comunidad empresarial mundial en la aplicación de todo su potencial para allanar el camino hacia el acceso universal a los más altos estándares de salud física y bienestar mental.

Pero perseguir el impacto "neto cero", aunque necesario, es en última instancia insuficiente por sí solo para lograr la recuperación del clima y de la naturaleza. Afortunadamente, la ciencia y la tecnología ponen a disposición de las empresas no solo los conocimientos necesarios para comprender estos desafíos, sino también una amplia gama de opciones para abordarlos. Es crucial adoptar una comprensión diferente de lo que constituye una “buena vida” y el “bienestar”, así como disminuir el consumo desmedido y el desperdicio. También es vital reducir las desigualdades, defender la justicia y la inclusión en la conservación, incluyendo los costes y consideraciones ambientales a la hora de tomar las decisiones pertinentes.

Además, las políticas para fomentar inversiones "positivas para la naturaleza" son fundamentales, al igual que la comunicación y la formación para despertar conciencia y sensibilidad sobre los desafíos que es preciso enfrentar, y las posibles soluciones para resolver los problemas. Aplicadas en conjunto y de modo transversal, estas medidas deben permitir el cambio transformador para garantizar un futuro sostenible, ya que los medios de subsistencia dependen de la naturaleza, el sustrato común para la vida en la Tierra. Para alcanzar resultados eficaces es indispensable que los responsables de diseñar y poner en práctica las estrategias de acción lo hagan disponiendo de la información necesaria para tomar las decisiones pertinentes con objetividad y responsabilidad.

La ciencia y la tecnología constituyen eficaces herramientas para orientar la acción empresarial hacia resultados eficaces en materia ambiental y de protección de la biodiversidad. La “recuperación verde” no solo está al alcance de la mano, sino que es necesaria para garantizar la sostenibilidad integral del mundo global.

 
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