La borra de café predice un futuro "más verde" en Argentina

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borra de cafe

Tomar una taza de café humeante y aromático va a ser a partir de ahora no sólo un placer para quien la degusta, sino también una acción beneficiosa para el medio ambiente, gracias al reciclado de la borra.

La Asociación Argentina de Marcas y Franquicias (AAMF) ha puesto en marcha un programa de recolección y aprovechamiento de la borra de café con la adhesión de nueve de sus asociados, grandes cadenas de cafeterías.

Desde la puesta en marcha de la iniciativa, hace unos diez meses, ya se han logrado recolectar 19.000 kilos de borra de café que antes simplemente se desechaban junto al resto de los residuos generados en las cafeterías.

"Esto es parte de nuestros programas de responsabilidad social empresaria. Muchos de nuestros socios son cadenas de cafeterías y les propusimos sumarse a un programa con compromiso social", dijo a Efe Lucas Secades, director ejecutivo de la AAMF.

Para producir una taza de café se utilizan entre ocho y diez gramos de granos molidos que, una vez hecha la infusión, son simplemente un desecho.

Gracias a esta iniciativa, esa borra destinada a ser basura se convierte en humus en un proceso con varios eslabones.

Los empleados de las cafeterías depositan la borra en bolsas producidas por La Usina, una organización no gubernamental que emplea a personas con alguna discapacidad.

Las bolsas son recogidas por Andreani, una empresa de correo privado que se ha sumado a la iniciativa con el aporte de su logística y que semanalmente envía los desechos recolectados a Cosechando Vida, una organización que produce humus en un campo en la localidad bonaerense de Cañuelas.

Hasta allí llega gratuitamente la borra para mezclarse con otra materia orgánica en un compost que, gracias a la intervención de las lombrices rojas californianas, termina por convertirse en humus de alto valor.

"El compost con borra de café y luego canalizado con lombrices da como resultado un lombricompuesto de altísima calidad. La borra de café aporta una ligera acidificación, que le hace más difícil la vida a los hongos que afectan a los cultivos", dijo a Efe Claudio Piernas, lombricultor de Cosechando Vida.

El experto asegura que, más allá de este proyecto a escala empresarial, cualquiera puede en su hogar producir compost en forma artesanal a partir de borra de café y otros desechos orgánicos.

La propuesta tiene potencial: según datos del sector, en Argentina se importaron el año pasado 37,4 millones de kilos de café -casi un kilo por habitante- y por cada cien kilos de borra se pueden obtener hasta mil kilos de humus.

"Más allá del aporte que este proyecto hace al cuidado del ambiente, nos parece muy positivo la aceptación que tiene en la gente, tanto clientes como empleados, que preguntan y se interesan por el tema. Es una forma contagiosa de crear conciencia", dijo a Efe Fernando Goijman, director de mercadotecnia de la cadena de cafeterías Tienda de Café, adherida al proyecto.

En las cafeterías, hay carteles que indican que allí se recicla la borra de café, pero además la propuesta se difunde a los clientes a través de las redes sociales.

"De momento las acciones de responsabilidad ambiental no son un factor diferencial que haga que el consumidor elija ir a uno u otro café. Pero sí es notable que la gente es cada vez más consciente de la necesidad de cuidar el ambiente y le gusta saber que hay empresas que hacen algo al respecto", señaló Goijman.

En la AMMF están entusiasmados con promover iniciativas similares en otras actividades comerciales e industriales.

Según la entidad, los argentinos tiran 14 millones de toneladas de basura por año y un 50% de esos residuos son "húmedos", es decir, con un gran componente orgánico que podría aprovecharse para hacer compost, como es el caso de la borra de café.

El reciclado en empresas e industrias es clave para amortiguar el impacto sobre el ambiente, ahorrar costes y generar nuevos "empleos verdes", objetivos que bien valen un brindis con una buena taza de café.