Toxicología laboral: peligros y riesgos

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Efecto combinado del ruido y mezclas de disolventes sobre la función auditiva en trabajadores de la industria de la aviación. Jeongyoum K et al. Industrial Health, 2005, 43, 567-573

Una vez que la pérdida de la audición se ha desarrollado, ésta es irreversible; por ello se debe estar alerta ante la posible pérdida de audición inducida por los disolventes y el efecto ototóxico potenciador del ruido.

 

El ruido es la causa prevenible más común de pérdida irreversible de audición neurosensorial. Durante los últimos años los resultados de las investigaciones experimentales en animales y en humanos han elevado el nivel de preocupación acerca de la potencial ototoxicidad de los agentes químicos y su interacción con el ruido. La Directiva Europea 2003/10/CE sobre los requerimientos mínimos de seguridad y salud relativas a la exposición de los trabajadores a los riesgos derivados del ruido, especifica que el empresario deberá prestar especial atención al llevar a cabo la evaluación del riesgo a cualquier efecto sobre la salud de los trabajadores que derive de la interacción entre el ruido y sustancias ototóxicas (especialmente disolventes como tolueno, estireno, etilbenceno, xileno, n-hexano y tricloroetileno).

El propósito del estudio fue evaluar el efecto de la exposición al ruido y a mezclas de disolventes orgánicos (especialmente metiletilcetona, metilisobutilcetona, tolueno, xileno y tricloroetileno), sobre la pérdida auditiva en trabajadores de la industria de la aviación. Se estudiaron 328 varones que trabajaban en Kimhae, Corea del sur. La prevalencia de la perdida auditiva en el grupo expuesto de forma crónica y simultánea a la combinación de ruido y mezclas de disolventes fue la más alta (54.9%). Esto plantea la cuestión de si las regulaciones sobre el cuidado auditivo en los expuestos al ruido también deberían llevarse a cabo en todos los trabajadores expuestos a disolventes.

Introducción

La sobreexposición al ruido y la pérdida auditiva que conlleva es una de las más prevalentes enfermedades ocupacionales. Tales exposiciones son comunes en la construcción, minería, agricultura, manufactura, empresas de servicios públicos, transporte, y en el campo militar. Recientemente, sin embargo, tanto los disolventes sólos como cuando interactúan con el ruido, han emergido como una causa importante de pérdida auditiva ocupacional. Los disolventes orgánicos pueden causar neurotoxicidad tanto central como periférica. Numerosos estudios animales han examinado los efectos combinados de ruido y disolventes en la perdida auditiva y observado sus efectos sinérgicos sobre la pérdida auditiva neurosensorial (Morata et al.1997,  Morioka et al. 2000). 

Este estudio tiene como objetivo evaluar los efectos de la exposición ocupacional al ruido y disolventes orgánicos sobre la pérdida auditiva en la industria de la aviación.

Material y métodos

La población a estudio incluyó 328 trabajadores de la industria de la aviación en Kimhae, cuyos servicios médicos poseen los registros históricos de las evaluaciones ambientales en el trabajo a disolventes y ruido, junto con los datos de la audiometría. Los candidatos aportaron el consentimiento informado para el estudio y el protocolo de trabajo fue aprobado por el departamento de medicina preventiva la Universidad Ewha Womans, Seúl, Corea.

Los 328 trabajadores fueron clasificados en cuatro grupos: no expuestos a ruido ni a disolventes (151 trabajadores), expuestos a ruido sólo (146 trabajadores), expuestos a disolventes sólo (18 trabajadores) y expuestos a disolventes y ruido (13 trabajadores).

Los trabajadores que estaban expuestos a ruido lo hacían durante el proceso de pulido, martilleo, remache, corte y durante las operaciones de funcionamiento de los motores. Los niveles de ruido de este grupo oscilaron entre 85 dB a 101 dB.

Los trabajadores expuestos a mezclas de disolventes orgánicos lo fueron durante las operaciones de pintado, limpieza y eliminación de pintura. Los principales compuestos en la mezcla de disolventes fueron metiletilcetona, metilisobutilcetona, tolueno, xileno y tricloroetileno. 

Los datos correspondientes a las exposiciones al ruido y a los disolventes fueron obtenidos de las medidas bianuales realizadas en el ambiente de trabajo. En el caso del ruido, los sujetos llevaban cada uno un dosímetro personal (MK3, DuPont) para medición del ruido durante un turno de trabajo completo. En el caso de la exposición a disolventes, cada trabajador fue sometido a un método de muestreo integrado convencional durante un turno completo de 8 horas, midiendo el aire de la zona de respiración del sujeto por cromatografía de gases en base al protocolo del National Institute for Occupational Safety and Health (NIOSH). La concentración de la mezcla en el aire, relativa a sus respectivos TLVs, fue calculada de acuerdo a la fórmula de la ACGIH. 

Resultados

De los 328 trabajadores estudiados, un total de 46 mostraron pérdida auditiva a altas frecuencias. La más alta prevalencia de pérdida auditiva correspondió al grupo expuesto tanto a ruido como a disolventes (54.9%), seguido por el grupo expuesto a mezclas de disolventes sólo (27.8%), ruido sólo (17.1%) y, finalmente, por los no expuestos (6.0%).

Discusión

La exposición al ruido ha sido largamente reconocida como el mayor factor de pérdida auditiva ocupacional, y continúa siendo un serio riesgo ocupacional en Corea. De acuerdo con las estadísticas del año 1995 en este país, cinco trabajadores de cada 1000 tenían pérdidas auditivas relacionadas con el trabajo y, habitualmente, los exámenes médicos por dichas pérdidas auditivas se centraban en los trabajadores expuestos a ruido en el lugar de trabajo que excedían los límites de exposición ocupacional. 

En nuestro estudio, los efectos de la exposición combinada a ruido y disolventes sobre la pérdida auditiva ocupacional fueron evaluados, y los hallazgos confirman que la exposición crónica a dicha combinación tiene un efecto tóxico sinérgico sobre el sistema auditivo. Hasta ahora los programas de conservación de la audición no habían tomado en consideración las exposiciones químicas; en muchos países ni siquiera existen regulaciones que requieran monitorización audiológica de los trabajadores empleados en áreas expuestas a disolventes potencialmente ototóxicos. Así pues, numerosos trabajadores pueden estar trabajando en ambientes que no cumplen los requerimientos para la conservación auditiva. De ahí que una cuestión que plantean los resultados de este trabajo es si los protocolos de valoración auditiva en el trabajo deberían aplicarse, aparte de los expuestos al ruido, a los trabajadores expuestos a solventes orgánicos.